Relato de Verano: Vacaciones malditas (I)

´Post` recomendado sólo para adultos

Mi nombre es Manolo y soy el que te pone el salami finito, finito, finito en el super de la esquina de tu calle. Llega julio y agosto, se acercan las deseadas y ansiadas vacaciones anuales. Dos, tres semanas o un mes libre sin el yugo del jefe pidiéndote productividad y aguantando al encargadillo lameculos (conocido como jefecillo: tiene mucho más miedo que tú a ser despedido por ser un tonto útil para sus superiores, hasta que deja de serlo, lo de útil digo, y por eso es tan gilipollas) amenazándote con despedirte si no te dejas penetrar bien fuerte por él, ya que él habitualmente suele ser bien duramente penetrado por sus superiores y te desea lo mismo o peor, por lo de la solidaridad entendida al reves: osea, si no trabajas por tres como él, haciendo horas extras gratis y agradeciéndoles en todo momento a él y a los superiores el que "te hagan el honor" de darte trabajo, que te paguen y todo, con la que está callendo.

No olvides que se recomienda también para que los jefes te tengan bien considerado, lavarles el coche  y agradecerles con un buen jamón por navidad el que te tengan en su plantilla ("Los jefes también lloran": es aconsejable leer este manual del buen lameculos). Ni se te ocurra liarte y menos follarte a "la puta" del jefecillo o del jefe, pero de eso hablaremos otro día (como adelanto te recomiendo el libro: Despido express para tontos).

 

Pero retomemos el tema del que me gustaría hablaros, que nos vamos por las ramas, me voy, me voy, digo. Llega el maravilloso veranito con sus vacaciones y cuando se va acercando el momento de mandar a todos una buena temporada "a la mierda", para que te vayan entrando más ganas de hacerlo, tus queridos compis de currelo (tan o más pringados que el menda) te empiezan a hacer la típica y odiosa pregunta: ¿A dónde te vas este verano de vacaciones?

Se trata de una pregunta-trampa clásica de la que es difícil escapar a no ser que seas un currito experimentado, valiente, rápido y bien preparado: cosa harto difícil. Si no, diganme: ¿Que cojones hago sirviendo choped a marujas entradas en carnes en un barrio pijo de la capital con un título de Doctor en gincecología intrauterina y Master en meteme la mano por el xoxo y te pego una leche que te mato. Por que no es de muy inteligentes dedicarte a servir embutidos en un supermercado, siendo todo un maestro en salva sea la parte de las señoritas o señoras y que tantos buenos dineros me podía haber dado. (Continuará...)